De Wu Ze Tian, la única emperatriz que ostentó todo el poder en China, se han magnificado sus peores rasgos, pero fue una reina muy competente.
Esta controvertida mujer fue la única que reinó como soberana en China. Wu Ze Tian nació en el año 625 en el seno de una familia aristocrática de Shanxi. Su madre estaba emparentada con la familia imperial y su padre fue un hombre de confianza de Li Yuan, uno de los fundadores de la dinastía Tang. Wu Zetian ingresó en el harén del palacio cuando era niña y fue concubina del emperador Tang Taizong, cuyo hijo Gaozong disfrutó también de los encantos de aquella muchacha. Tras la muerte de Taizong, Wu permaneció en el palacio y continuó como concubina de Gaozong, el sucesor al trono, lo que fue motivo de escándalo para los moralistas confucianos.
La consorte del nuevo emperador, la emperatriz Wang, apoyó a Wu Zetian para que ésta frenase a Xiao, otra ambiciosa concubina que pretendía medrar en la corte. La maniobra fue desastrosa. Wu aprovechó la oportunidad para alcanzar una situación de privilegio, logrando que el emperador Gaozong la tomara como esposa. En el 645 Wu tuvo una hija que apareció asesinada en extrañas circunstancias en las dependencias del harén. A raíz de aquel suceso, la emperatriz y la concubina Xiao fueron torturadas y ejecutadas.
A mediados del año 660, el emperador Gaozong enfermó gravemente y la emperatriz Wu comenzó a gobernar en la sombra, ordenando la ejecución de algunos ministros y nobles que cuestionaban su autoridad. Poco después falleció el emperador y su sucesor fue su tercer hijo, Tang Zhongzong, pero pronto fue destituido por Wu, que ofreció el trono a su hijo Tang Ruizong. Tang Ruizong tampoco duró mucho como emperador, ya que su madre decidió que la solución idónea era que ella misma ocupara el trono imperial. En octubre del 690, la emperatriz acabó de un plumazo con la dinastía Tang, proclamando la suya propia, que llamó Zhou. Por si fuera poco, asumió el título de “Huangdi” (emperador), lo que desató las iras de los confucianos más conservadores.
Wu Zetian decretó que el budismo fuera la religión oficial del Imperio, favoreció el desarrollo de la agricultura y elevó la posición social de las mujeres. Bajo su mandato, China se defendió de los ataques exteriores, experimentando unos años de gran estabilidad económica. La emperatriz también se ocupó de incrementar el rico patrimonio histórico chino. La mayor de las Grutas de Longmen, la Gruta Fengxian, fue construida por ella.
El final de la Historia
Con ochenta años de edad, un fatal golpe de Estado la hizo abdicar en su hijo Zhongzong, quien restauró la dinastía Tang. Cuando murió, sus restos fueron enterrados en el mausoleo Qian Ling, que alberga también los de su marido, el emperador Gaozong. La estela dedicada a Wu carece de inscripciones; al parecer, la emperatriz quería que sus sucesores escribieran un epitafio que hiciera justicia a su reinado. Nadie se ocupó de ello.